Linea del Tiempo

martes, 17 de noviembre de 2009

Sociedad del Conocimiento


La noción de “sociedad del conocimiento” (knowledge society) surgió hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa de algunos a “sociedad de la información”.
La noción de sociedad del conocimiento fue utilizada por primera vez en 1969 por un autor austríaco de literatura relacionada con el "management" o gestión, llamado Peter Drucker, y en el decenio de 1990 fue profundizada en una serie de estudios detallados publicados por investigadores como Robin Mansel o Nico Stehr.
Las sociedades de la información surgen de la implantación de las tecnologías de información y comunicación (TIC) sobre una comunidad. La eficacia de esta tecnología que actúa sobre elementos tan básicos de la persona como son el habla, el recuerdo o el estudio, modifica en muchos sentidos la forma en la que es posible desarrollar muchas actividades propias de la sociedad moderna.
Sin embargo, la información no es lo mismo que el conocimiento. La información se compone de hechos y sucesos, mientras que el conocimiento se define como la interpretación de dichos hechos dentro de un contexto, y posiblemente con alguna finalidad.
La UNESCO, en particular, ha adoptado el término "sociedad del conocimiento", o su
variante, "sociedades del saber", dentro de sus políticas institucionales. Ha
desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción
más integral, no ligado solamente a la dimensión económica.

Importancia de las redes de comunicación



Las conexiones por red permiten a los empleados de una empresa colaborar entre sí y con empleados de otros lugares u otras empresas. Posibilitan el contacto de maneras nuevas, a la vez que lo estrechan más de lo que jamás habría cabido imaginar, entre personas de la oficina o de cualquier punto del globo. Si la empresa está conectada por una red, nadie está lejos de nadie.

Existen tres tipos de redes:


• Redes de área local
• Redes de área extensa
• Internet

Las primeras, las redes de área local (LAN, del inglés Local Area Network) hacen posible, por ejemplo, que todos los trabajadores de una oficina compartan el uso de una impresora.

Si disponen del software adecuado, también sirven para compartir archivos, colaborar en proyectos y enviar mensajes instantáneos o de correo electrónico de forma simultánea. En fin, se trata de una red pequeña que sólo precisa un cable, y ni eso siquiera en las redes de área local inalámbricas. Las redes de área extensa (WAN, del inglés Wide Area Network) son LAN más amplias. Conectan varias redes locales, por lo general para larga distancia.

Internet es la mayor red del mundo. Se compone de numerosas redes locales y extensas, conectadas para facilitar que se compartan recursos. Las intranets no son ni más ni menos que conexiones privadas especiales que se mantienen en Internet.
Las pequeñas empresas manifiestan gran interés por las redes de área local y, por supuesto, por Internet. Cuando son pequeñas, por ejemplo, con dos equipos de trabajo, basta con conectarlos entre sí y compartir los recursos, consultar archivos del otro equipo, compartir la impresora, etc. Es lo que se denomina una red de igual a igual. Marcha bien hasta que, mientras se ejecuta una tarea en uno de los equipos, el otro tarda siglos en cualquier cosa o hasta que no se puede imprimir como no se cierren aplicaciones en el otro equipo. Abajo la productividad, arriba la frustración.

Cuando sucede lo anterior, existe la posibilidad de convertir la red de área local en una red con arquitectura de cliente y servidor. Hay que instalar un servidor, el cual conecta todos los demás integrantes, los clientes. Aunque todos los clientes de la red tienen contenido relacionado con la empresa en sus discos duros, los archivos y los recursos disponibles para compartir están conectados al servidor; de ahí la denominación de estructura de cliente y servidor.
De este modo, los recursos se controlan desde una ubicación central y resulta más fácil archivar el contenido de negocio relevante y hacer copias de seguridad de éste. Como el servidor se ocupa de procesar las peticiones de la red, se mejoran al máximo el flujo de trabajo y la productividad. El servidor ejecuta, asimismo, procesos autom

áticos para ordenar todo lo que pase por él, poner en cola las peticiones y establecer prioridades.

Critica a Mercurio Digital



La pagina esta muy bien diseñada, tiene mucha información desde la historia y los acontecimientos que hay en la facultad; como conferencias, cafés literarios, personajes reconocidos etc.

Sin embargo a veces ver demasiada información puede ser tedioso.
Me pareció buena pero también un poco cansada porque para uno como estudiante nos llama más la atención ver más imágenes de lo sobresaliente en la semana como las fiestas de cada bienvenida, las presentaciones de teatro y los diferentes talleres que se imparten.

Saber de información que el audiovisual nos proporciona, porque muchos saben que ésta ahí pero nisiquiera saben para que sirve o que es lo que se realiza porque esas indicaciones te las dan solo en el día de cursos propedéuticos y un pequeño momento le dedican a eso, entonces pienso que es el lugar donde más gente debe haber colaborando porque es una facultad de comunicaciones y ese es un buen comienzo para empezar a desarrollar las habilidades que tenemos.

Además debe haber más publicidad y como que más colorido para que llame más la atención porque es una revista universitaria, pero solo nos muestra el lado académico de la escuela y no el lado estudiantil o si lo hace le dedican muy poco espacio y llenan el contenido de puras imágenes.

Deberían dejar aprovechar el lado creativo de los chavos y explotar esas habilidades para mejorar aún más la revista.

Ley de Telecomunicaciones




El 22 de abril de 1997 se presentó en la Ciudad de México un proyecto de iniciativa de Ley Federal de Comunicación por los grupos parlamentarios del Partido de la Revolución democrática, el Partido Acción Nacional (el llamado partido de oposición con mayor fuerza en el país) y el Partido del Trabajo, durante la LVI Legislatura.
Tal iniciativa, reglamentaria de los artículos 6 º y 7º de la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos y derogatoria de la Ley de Imprenta, vigente desde 1917, fue turnada para su revisión y análisis a la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía y a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales. Sin ser dictaminada ni votada por el pleno de la Cámara de Diputados, dicha iniciativa pasó a calidad de proyecto a la LVII Legislatura, donde se encuentra en análisis para la elaboración de un nuevo anteproyecto de dictamen.

Esta iniciativa, argumentan los miembros de la comisión, fue el resultado de un arduo y amplio proceso de consulta entre ciudadanos, investigadores, académicos, periodistas y directivos de medios de comunicación, quienes en conjunto participaron en foros públicos que tuvieron por objeto crear un documento que permitiera su más profundo análisis por parte de la Cámara de Diputados, la sociedad misma y los grupos interesados en la materia, tanto de empresarios como de periodistas.
El proceso de revisión y análisis de la iniciativa de ley de Comunicación Social aún continúa. La Subcomisión Revisora ha efectuado una serie de modificaciones substanciales al proyecto original, modificando hasta la fecha la mayoría de los artículos, eliminando otros, adicionando y mejorando conceptos para evitar ambigüedades, así como ha intervenido en la estructura de los capítulos para introducir algunos nuevos.

Todavía no existe un anteproyecto de dictamen, aseguraron algunos diputados de la actual Legislatura y que lo que ellos pretenden no es coartar la libertad de expresión sino crear una legislación que garantice y proteja los derechos de todos los actores del proceso de comunicación, y esencialmente, de los derechos de los ciudadanos, destinatarios finales de la comunicación y por lo regular los más afectados de la inexistencia de reglas en la materia.
La Comisión de Radio, Televisión y Cine ha informado a la opinión pública que no ha existido, ni existirá, algún intento por coartar las libertades de expresión y de información, sino al contrario, de establecer reglas transparentes para que el estado cumpla con su responsabilidad de garantizarlas, junto con el derecho a la información pública.

De acuerdo al diputado Javier Corral Jurado, la normatividad de las libertades de expresión e información y del derecho a la información cuenta en México con el respaldo del marco internacional establecido por la Organización de Naciones Unidos y la Organización de Estados Americanos, por lo que cualquier propuesta que se desarrolló deberá contemplar lo que ya es norma mexicana y debe ser aludida en los considerando de la normatividad.

El estado tiene la facultad de tutelar las necesidades sociales que garanticen la satisfacción de una situación de carácter general, que la sociedad se mantenga informada con todas las implicaciones del concepto.
De acuerdo al diputado Corral Jurado, no legislar no sólo constituye un incumplimiento jurídico sino una irresponsabilidad social que los poderes constituidos deben valorar, antes de tomar la decisión, de establecer o no, reglas claras para el debido ejercicio de los derechos constitucionales de las libertades de expresión e información y del derecho a la información. Otro de los temas torales es transparentar las reglas de la relación Estado - medios.

Sergio Sarmiento, connotado periodista y comentarista de televisión, manifiesta que los medios de comunicación han adquirido una importancia creciente en la vida pública de nuestro país. Por una parte se han independizado significativamente ante la censura gubernamental. Pero también se han hecho dependientes de nuevos tipos de presión y han adquirido nuevas agendas propias políticas, económicas y empresariales.
Más importante, quizá, es el hecho de que los medios mexicanos se han vuelto impunes. Desde cierto punto de vista hay más libertad en nuestros medios de comunicación que en los Estados Unidos, Canadá o la Gran Bretaña. Pero la razón no es algo que pueda enorgullecernos. En México se puede difamar o calumniar a cualquiera sin temor a sufrir repercusiones legales. En otros países el riesgo de una demanda judicial refrena la difusión de información calumniosa o difamante.
Aun en países con sólida tradición liberal, como la Gran Bretaña, este tipo de instituciones gubernamentales han sido utilizadas como instrumento de censura. Están ahí como ejemplo los intentos del gobierno británico para censurar la cobertura sobre el Ejército Republicano Irlandés (ERI). La experiencia histórica mexicana hace virtualmente imposible pensar que una institución estatal de supervisión no caería en la tentación de la censura.